Érase una vez dos hermanas gemelas a la cual más fea que vivían en su chalet adosado sin cobertura wifi. Con ellas vivía su hermanastra Cenicienta. Cenicienta era una chica guapísima. Todos los hombres (y parte de la mujeres) se volvían locos al verla. Ella los trataba con desgana, y a nadie hacía caso. Era una trepa y quería conseguir lo máximo en la vida a base de pisar a los demás, era ella quien quería tener el poder, y toda su vida usaba ese poder que la naturaleza le dio en forma de belleza para conseguir todo lo que quería.
Cenicienta recibía su nombre a que dedicaba su tiempo libre y parte del laboral al noble arte de quemar bosques. Ya había sido detenida infinidad de veces y reducido a cenizas cientos de hectáreas, pero su piromanía acababa cuando llegaba a la comisaría y sonreía al agente que le tomaba los datos y le decía “mire, se me cayó la cerilla sin querer...” o "como iba yo a saber que si le echas una cerilla a una garrafa de gasolina iba a empezar a arder todo. Soy de letras!". . Y el agente le decía "pues se le ha caído ya la cerilla muchas veces". Y ella "lo siento agente, ¿me puedo quitar la chaqueta para enseñar mi deslumbrante escote?". Obvia decir que si una mujer dice eso... ningún hombre, mujer, o gato puede resistirse.
Las hermanas de cenicienta se llamaban Hermana Uno y Hermana Unobis. Eran muy trabajadoras y también muy feas y se pasaban el día limpiando la casa y trabajando cuando podían como camareras en bbcs: bodas, bautizos y comuniones. ¿Os he dicho que eran muy feas?.
Gracias a la página web del palacio Real supieron las hermanas que el viernes por la noche se celebraba una fiesta para todas las jóvenes casaderas del reino. Las dos hermanas suspiraron, suspiraron porque iban a tener que ir a trabajar y sabían que iba a ser muy duro. Sin embargo Cenicienta vio en esto una ocasión única puesto que tenía puesta su diana en el principe Amenophis IV y llegar de este modo a la cima de las trepas, ya una trepa no podría subir más alto que ella si lograba ese objetivo. Amenophis IV, heredero de la corona del país en el cual acontece este cuento era de buena familia (como para no serlo si era hijo del Rey!) y era un hombre de su tiempo lo cual él nunca había sabido exactamente qué significaba.
Cenicienta pidió cita en la peluquería y se hizo un tratamiento integral de limpieza y rejuvenecimiento, puesto que a pesar de tener sólo 20 años, quería aparentar 19 años y 2 meses. Nada más salir de la peluquería una representante llamada Ursula Damadrina se fijó en ella. Era representante de la empresa Hugo Noss y al verla tan guapa y con tal deslumbrante escote no pudo más que decirle...
-- Me llamo Ursula, Urss para los amigos y pertenezco a la empresa Hugo Noss. Oye, ¿a ti te gustaría llevar ropa de nuestra firma a la fiesta que va a organizar el príncipe heredero el viernes?. Es ropa de segunda categoría pero muy linda, aunque defectuosa y de poca vida, hecha por monos mejorados genéticamente para coser y planchar, realizada con tela de muy baja calidad y olor sospechoso.
-- Pues si – dijo Cenicienta pensado 0,0000002 segundos - ¿Cuanto pagáis?.
-- ¿Pagar? Ummm, nada, pero ponemos limousina, y un descuento en Ikea de 100 €.
-- No es mi modo de actuar... pero bueno... ya que es por una buena causa (Nota del autor: buena causa???) acepto – dijo Cenicienta.
-- Solo hay un pequeño problema, esta ropa... al pasar las 12 de la noche del viernes... dejará de estar de moda y caducará. Por tanto tienes que irte antes de esa hora de la fiesta, sino todo el mundo pensará que eres una hortera sin glamour, una pedorra vamos.
Al oir hortera sin glamour un sudor frío recorrió el cuerpo de Cenicienta. Ella que siempre llevaba ropa a la última no podía pensar en ella sin tener glamour. Siempre había pensado que esa palabra la habían inventado en honor a ella lo cual era cronológicamente imposible.
Los días pasaron y la noche del viernes ya todo estaba preparado. La Hermana Uno y la Hermana Unobis esa noche tenían que trabajar como os había dicho en la fiesta del príncipe. Ninguna sabía que su hermana, la ceniza de Cenicienta iba a ir con ropa de marca de olor sospechoso. ¿Os he dicho que eran muy feas?.
Y en esto llegó Cenicienta con su limousina a la fiesta y el tiempo se detuvo......... Y se detuvo porque el reloj situado en el salón se había quedado sin pilas. Dos plantas murieron cuando el olor sospechoso que desprendía su vestido las tocó. Sí... el olor toca.Todo el mundo se quedó mirando a lo guapa, coqueta, preciosa que iba Cenicienta con su ropa de marca. Además, para variar, su escote era deslumbrante. Todo el mundo incluido el principe heredero Amenophis III se quedaron fascinados al verla. Éste le invitó a bailar y estuvo bailando con ella largo rato. Le gusto sí, pero le pareció un poco presuntuosa, presumida, ególatra, malencarada a veces, malvada, maligna, pérfida, perversa, vil, anorgásmica, maléfica, diabólica, cruel y trepa. El principe olía a las trepas a distancia y más esta noche, donde el vestido de Cenicienta desprendía un olor sospechoso.
Y en esto sonó el reloj con sus pilas nuevas (que se había encargado la Hermana Uno de ponerlas) a las 12 en punto (aunque eran las 11:55 según time.windows.com, la hermana Uno se había equivocado al poner la hora) y Cenicienta se acordó de lo que había dicho la representante que la ropa caducaba a esa hora y salió corriento del salón del baile ante la atónita mirada de todos. Solo tuvo tiempo a decirle al príncipe...
-- Escríbeme, mi dirección es cenicienta@emilio.com.
Al príncipe Amenophis II no le hizo mucha gracia el tener que escribir un email, pero de esa noche la única chica que había valido la pena era Cenicienta (lo cual dice... lo apasionante que había sido esa noche), asi que le escribió. Pero... Cenicienta no solía ver mucho su correo asi que luego de una semana, y debido a que sus padres le decían “Hijo, hijo nuestro de cada día... te tienes que casar. Que tenemos a todas las revistas del corazón y algunas del hígado encima para que nos des una alegría al país de una vez, cásate, cásate”.
Asi que entraron en escena los servicios secretos del estado. Comprobaron la dirección IP del ordenador desde el cual la cuenta cenicienta@emilio.com había accedido por última vez a ver su correo y de este modo descubrieron cual era la casa donde vivía cenicienta. Y el príncipe Amenophis V se dirigió a ella con toda su tropa: 10 carros blindados, 2 tanques, 1 sistema de misiles tierra-aire y un elefante con ametralladora. Al llegar tocaron el timbre aunque no hubiera hecho falta porque el elefante había dado una barrita (sonido que emiten los elefantes) enorme que había hecho temblar los cristales de todo el barrio y les abrió la puerta una de las gemelas.
-- Hola, ¿vive aquí una chica que en la fiesta del viernes iba de marca con olor sospechoso y que se fue a las 12?.
-- ¿Ein? No sé de que habla, señor. Pero pase no se quede en la puerta, ¿le cojo el abrigo y/o la espada? Mi hermana y yo estuvimos ese día allí trabajando y no vimos nada, amable señor– dijo la Hermana Unobis ruborizada.
-- ¿De verdad? ¿Está tu hermana?.
En esto apareció la hermana gemela Hermana Uno.
-- Ah, si sois iguales, iguales de feas, pero me parecéis muy atractivas. ¿Queréis ir a tomar una copa al bar que tengo dentro de la habitación de mi palacio?.
Y el amor surgió... Y al día siguiente la portada de la revista “Mola” fue una frase del príncipe “No me importa casarme con estas dos hermanas gemelas tan feas, puesto que la belleza de ambas está en el interior”. Y toda la gente del reino dijo “ohhhhhhhhhhhh” y por primera vez (y última) en la historia de la humanidad un principe azul guapo eligió a 2 hermanas feas para casarse en vez de a una chica guapa, para lo cual hubo de aprobarse en el parlamento una ley orgánica que permitía únicamente al príncipe heredero de la corona el poder casarse con dos mujeres a la vez.
Y todo el mundo en este monárquico país fue feliz salvo Cenicienta aunque diluyó su rabia quemando un bosque y luego diciendo en la comisaría que “mire, se me cayó la cerilla sin querer” mientras se quitaba su chaqueta para mostrar su deslumbrante escote.
THE END
Pregunta de un lector1: Oye... y la madre de Cenicienta y las hermanas, porque no has hablado de ella?. Respuesta: Pues es cierto... se me ha olvidado totalmente. ¿Creeis que os diga que estaba de vacaciones en un país vecino?.
Pregunta de un lector2: ¿Como de feas eran las hermanas? Puedes ser algo más concreto. Respuesta: la fealdad es difícil de medir porque no existe una escala para ella. Digamos que si pasaran por una obra los albañiles al verlas se pondrían a hacer integrales sin usar la calculadora para tener su cabeza ocupada.
Pregunta de un lector3: Porque no se detuvo a Cenicienta por delitos continuados contra el medio ambiente? Me parece muy mal además que al final vuelva a quemar otro bosque. ¿Tienes algo a favor de la quema de bosques? Respuesta: Digamos que era porque la policia en ese país ficticio era corrupta, por eso no fue detenida. Y por supuesto estoy a favor del medio ambiente porque hoy en día no es políticamente correcto decir que estás en contra del medio ambiente. Tu te imaginas a un político que vaya a la tele y diga “A mi el medio ambiente me la trae sin cuidado”, eso no estaría bien. Pues eso, yo estoy muy concienciado con el medio ambiente y es más durante la realización de este cuento planté 2 árboles e impedí que mi padre quemara unos rastrojos.
Pregunta de un lector4: Si este disparato relato fuera llevado al cine quien te gustaría que interpretara los papeles principales de la película? Respuesta: Cenicienta sería... Julia Roberts sin duda, el príncipe herededo Amenophis sería Cary Grant a la edad de 30 años, para el papel de Representante elegiría a Margaret Thatcher y para el papel de las gemelas feas... escogería a las gemelas Olsen. ¿Cómo? ¿Si pienso que son feas las gemelas Olsen?. Realmente no, pero para demostrar el efecto las mostraría con la cara pixelizada. Aunque no lo pones te diré que me gustaría que lo dirigiera Quentin Tarantino, aunque en ese caso habría que reescribir el guión para incluir algún muerto ;).
Pregunta de un lector5: ¿Cree ustéd que los herederos de Cenicienta interpondrá ante un juzgado una denuncia por maltrato de cuento? Respuesta: Espero que no, si solo hice este cuento por diversión, sin ánimo de entrar en polémicas. No se si te diste cuenta que Ceniciencia es un personaje de ficción... entonces... que co*o de denuncia pueden interponerme!
Pregunta de un lector6: ¿Estas a favor de la poligamia? ¿Cual es tu horientación sexual? Respuesta: Sí, estoy a favor de la poligamia, toda la vida con la misma mujer muchas noches, (muchas=poli). ¿Horientación? No, yo vivo en Hoccidente ;).
Pregunta de un lector7: ¿Porqué escribes varias veces mal el número romano del príncipe heredero? Eso le resta credibilidad al relato. Respuesta: No lo escribí mal. Lo puse primero de una forma y líneas más abajo lo puse de nuevo pero no quise darle al desplazador hacia arriba para ver que había puesto y por eso lo puse cambiado. Fue error mío. Es un cuento por el amor de Dios! Y además es ficción! Que más da que Amenophis sea III, IV o V si realmente NO existe.
Pregunta de un lector8: ¿Te casarías con las gemelas o con Cenicienta? Respuesta: Sin duda me casaría con... Cenicienta, puesto que las gemelas ya están casadas con el Príncipe ;).
Pregunta de un lector9: Sin duda... lo que más me gusto fue cuando pusiste “[...]le cojo el abrigo y/o la espada?” la espada! Ja ja ja. ¿En que te inspiraste para eso? Respuesta: Pues me imaginé la escena de un peaso de príncipe llegando a una casa de un barrio residencial y de cómo iría vestido, y por supuesto pensé que iría con traje de gala y con espada.
Pregunta de un lector10: Cuando pones que la representante se llama Urss, tiene algo que ver con que sea de Rusia o del Este de Europa?. Respuesta: Vaya... tenemos un amigo comunista entre nosotros ;). Urss, viene de Ursula, no de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas!!!
Pregunta de un lector11: ¿Como puede ser que el principe sabía que Cenicienta era anorgásmica? Respuesta: Hay cosas que solo un príncipe sabe ;).
